Tuesday, September 20, 2005

Del Metro a la feria

Oasis - "Stop crying your heart out"

El año pasado, subí al Metro una mañana como todas las que tengo que ir a la U. Me fui parado junto a la puerta, como siempre, y en la estación siguiente se subió él. Él es guapo, un poco más alto que yo, ojos claros (no sé si verdes o azules o grises, pero claros), mochila en la espalda, buena pinta. Me mira y me pongo nervioso, pero sé que solo está reconociendo el lugar. Vuelvo a mi Publimetro, pero necesito mirarlo de nuevo, y todavía me está mirando. Ahí ya el nerviosismo se convierte en el delicioso placer del coqueteo gay en lugar público y empiezo a seguir el juego, obviamente de manera muy sutil. Parece que me entiende, y creo entender sus miradas de reojo y seudo-sonrisas de galán no-sé-ná. Miro hacia el otro lado, dando un descanso, y se para al lado mío, claro que a cierta distancia. Sigo como dándole la espalda y mi reojo ve que algo se asoma, me doy vuelta y me está mirando descaradamente. Ok, sí, taquicardia. Algo se me está apretando en el pecho: es la cobardía de acercarme a dar el primer paso... que nunca di por que llegué a mi estación.

Meses después, para ser muy precisos, septiembre del año pasado, me fui con mis papás a la playa, y un día se les ocurrió ir a comprar mariscos a Maitencillo, y eso hicimos. Estábamos allá y paramos en un localcito a comprar, no me acuerdo, digamos que limones. Yo me bajé a comprar cigarros, y aproveché de llevar una bolsita de mi placer culpable: los cheetos palitos. Salgo, y junto a la puerta del lugar... está él. Guapo, igual que la última vez que nos encontramos en el Metro. Me mira fijo y sonrié de manera casi imperceptible, como algo sorprendido, mientras yo mato todo tipo de pasiones con mi cara llena de migas naranjas al igual que mis dedos. Subo a mi auto, él entra a comprar y desaparecí en el camino.

Y este 18... uy... este 18. Me cito textual: "Aunque en el fondo, bieeeeen en el fondo... sé que no lo voy a encontrar."
Te equivocaste po Vicho. Lunes, último día, de noche, volví a Maitencillo por que las niñas se querían comprar cachibaches antes de volver a Santiago. De hecho, fuimos con los autos cargados, listos para irnos. Y ahí en la feria, entre los pañuelos, la chombita peruana, y la canción que está arriba sonando en el equipo de un pirata que mata la música... aparece él. Lo miro y lo confundo. Sé que lo conozco, que nunca he hablado con él, que definitivamente es guapo. Creo que puede haber sido un compañero del preu, alguien que vi hace tiempo... pero no sé quien es. Él, por su parte me mira, y me da la impresión que tampoco me reconoce, pero algo pasa cuando después de cruzarnos me doy vuelta como buscando a alguien y está mirándome. No puedo acordarme quién es. Sigo a mis amigos, y decido perderme de ellos. Lo busco y está con otros dos mirando algo en un puestito. Recuerdo su cara y me vuelve a la mente el Metro y la vez pasada, hace un año. Sé perfectamente quien es, aunque no sepa ni su nombre ni el más mínimo detalle de su vida. Decido dar algunas vueltas, haciéndome el pelotudo, para tratar de encontrármelo de frente, pero ya no está. Y no sé si finalmente recordó donde nos conocimos, si para él lo del Metro significó lo mismo que para mí, si realmente lo que vi hace un año fue una sonrisa secreta. Solo sé que sé quien es, y que tres veces hemos estado frente a frente, y que eso es raro.
Escucho mi nombre. Mis amigos están listos para volver a Santiago, y yo estoy listo para que la próxima vez que nos veamos, tratar de hacer algo más que ser en verdadero cobarde. Y si lees esto, y sabes que estoy hablando de ti, ayúdame un poquito.

PD: Nuevo juguete en "Son cosas del Vicho": la encuesta interactiva. Porfa contestenla, igual esta es media hueca pero es que es tarde y quiero dormir. Nos leemos!

Thursday, September 15, 2005

Hasta pronto...

Me voy...
Así de fácil, así de simple, así de bonito... me voy.

Voy a pasar el 18 fuera, lejos, en la playita, con un montón de amigos frente al mar. Sí, en el fondo, bieeeeen en el fondo, solo, super solo... pero con esos que han sabido perdonarme a pesar de todo. Esos que quiero, esos que les agradezco todos los días su amistad... pero en el fondo, solo.
Espero encontrarme con aquel que espero hace tiempo (no, no con Gabriel), con aquel que he soñado mi vida a futuro, con aquel que después de tanto tiempo, espero que llegue para demostrarme que la vida no es lo que he pensado de ella todos estos días desde que Gabriel se fue, y que la soledad fue solo un paso antes de encontrar al hombre que convertira mis sueños en mi vida. Aunque en el fondo, bieeeeen en el fondo... sé que no lo voy a encontrar.

Nos vemos a partir del martes 20 en adelante, muy feliz 18, pasenlo la raja, tomen y curense como se merece esta fecha... y espero muuuuchos comments cuando llegue.

Nos vemos!




Vicho

Wednesday, September 14, 2005

TODO


Después de Isla Negra, mi vida dio un vuelco absoluto. Veía a Gabriel todos los días a escondidas en su casa, hablabamos todas las noches, la mayoría de los fines de semana nos escapabamos a la playa o a la nieve, y los mensajitos al celular desde internet eran todo el día. Deje de ver a mis amigos, a los del colegio, los del barrio, a la Gorda. Eso fue un error, aunque lo mejor fue reencontrarnos y darnos cuenta que todo era igual que siempre.
Algunos fines de semana, que los papás de Gabriel se iban a la playa, yo decía que iba fuera de Stgo. con algún compañero, y me iba a su casa y vivíamos como recién casados. Cocinábamos los dos, lavábamos los dos, descansábamos los dos y leíamos el diario, nos metíamos a la piscina juntos, nos secábamos, hacíamos el amor, dormíamos, preparábamos juntos el desayuno (excepto todas esas veces que Gabriel me llevaba el desayuno a la cama), nos duchábamos juntos, y todo lo hacíamos juntos. TODO. Y durante todo ese tiempo, me di cuenta que tenía alguien al lado con quien hacer TODO, que la soledad había desaparecido, y que los sueños de amor se habían hecho realidad. Gabriel era todo lo que había esperado siempre (a grandes rasgos, no era perfecto mas se acercaba a lo que yo simplemente había soñado toda mi vida), y su vida cambio completamente la mía. Y no solamente en aquellas cosas de hacer, no en la mera rutina, sino que me cambió a mí. Me hizo más sincero, más relajado, más humilde y mucho más humano. Él le dio una razón a mi vida, y me demostró que cuando la espera es más larga, la recompenza es mucho mejor... aunque puedan destruirla en un segundo.

En el proximo post, les voy a contar como terminó mi historia con Gabriel, por que entre el 13 de marzo y el 30 de diciembre la vida fue, literalmente, un carnaval... y después, no fue nada.

PD: ¡Gracias por las 1000 visitas!

Monday, September 12, 2005

CL-W: Jesse Metcalfe


Astor Piazzola - "Balada para un loco" (de preferencia cantada por Amelita Baltar)



Epa, epa, epa... aquí estamos en serios problemas. Estamos hablando de Jesse Metcalfe, quien con su papel en la serie "Desperate Housewives" de Sony, enciende en mí las más lejanas y sórdidas fantasias de mi adolecencia. En esta serie, Jess hace el papel de un joven de 17 años que además de ser un morenazo de más de metro ochenta, con un cuerazo de lo más langüeteable y una sonrisa mareadora... es jardinero. O sea, me van a disculpar la frase, pero con esa wea me dilato altiro. Qué querís que te diga, me queda la cagá. Sé que debo guardar con el protocolo, como diría la tía Martuca, pero me dicen eso y es lo mismo que si me inyectaran un litro de yumbina a la vena.
Me explico.
En la casa que he vivido toda mi vida, cuando yo era chico, eramos 7, y por ende, la casa es grande, y consecuencia de eso, el jardín también. Y como mi madre ama las plantas, las flores, el pasto, etc, cuando yo tenía 15 años decidió contratar un jardinero porque ya no tenía tiempo para seguir ella con las manos en el barro. Y yo, sabiendo como se venía la cosa, me imaginé un jardinero como los de la tele: un wachonsón máximo, con una jardinera sin polera, desbordando todos sus músculos el día entero en el jardín. Evidentemente, que la realidad distaba un solo tanto de mi fantasía: apareció un viejo de 1,10 metros, negro, arrugado y paticorto que más parecía una oruga venenosa que un macho cabrío. La fantasía del semental que trabajaría sus bíceps con una pala frente a mi ventana todo el día desapareció, literalmente, en solo un abrir de ojos.
Y así el sueño del mijito que me regaría la vida con su manguerota quedo recluido a la soledad de las noches de mi cama, añorando que el viejo se muriera o lo echaran para que llegara el galán que me plantaría la alegría en el hogar.

Sin embargo, una tardecita prendo la tele para ver, que se yo, ¿viste? Cambio todo el rato los canales, lo mismo de siempre, en el Warner y en mí... cuando de repente, detrás de ese árbol, se aparece él. Mezcla rara de penúltimo latin lover y de primer galán de serie adolecente. Jockey azul en la cabeza, una jardinera sin polera, dos zapatillas deportivas clavadas en los pies y una maquina cortadora de pasto que ruge en sus manos. Parece que solo yo lo veo, porque él pasa entre los árboles, y las flores le guiñan, tres mariposas celestes le vuelan, y las naranjas de la casa de Bree le tiran azares. Y así, medio trabajando, medio coqueteando, se saca el jockey, me saluda, me regala una flor y me dice:
Ya sé que estoy pasao, pasao a pasto.
No ves que la máquina no la he limpiao.
Que la hierba mala la saco
con la mano nada más
y me quedo con el olor
bailá, vení, chupá...
Ya sé que estoy pasao, pasao a pasto...

Perdón, lapsus de fantasía sexual frustrada. En fin, la cosa es que lo encuentro una tarde mientras veía la tele, y plop! Galancete máximo jugando a ser jardinero. ¡Yyyyyyy!... no sólo eso. TIENE UN AFFAIR CON LA DUEÑA DE CASA. Claro, si tuviera el affair con el hijo gay de 15 años del matrimonio ya sería una locura, y sin duda, la mejor serie del planeta, pero hay que conformarse con que le podemos ver el cuerazo y que ya resulta bien exitante imaginar que un jardinero de 17 años con las características de Jesse esté tan necesitado... igual dicen que la boca es la misma así que no debería ser tan difícil convencerlo de que él no es gay ni bisexual si un hombre le debora la manguera.

En conclusión: Desperate Housewives, en Canal Sony, los jueves a las 20:00 horas, y los domingos a las 22:00 horas. Los estoy convirtiendo en unos inútiles televidentes de estúpidas series gringas, pero es que hay que admitir algo: los gringos podrán ser muy huevones, fascistas, asesinos, lo que quieran... pero ¡puta que les salen ricos los minos!

Sunday, September 11, 2005

Noches de borrachera


Hace tiempo dejé de ir con mis papás a la playa para evitar la soledad de mi casa, cuando Gabriel y yo habíamos recién terminado.
Ahora me quedo en la casa solo, sin miedo a asaltantes, violadores (aunque depende de como sea el violador el miedo que le tenga), o monstruos y almas en pena que me vayan a comer en medio de la noche. Y entre toda mi valentía, invito amigos a mi casa con los que ataco el bar de mi papá. Salen los vasos que están en ese ropero gigante que se compró hace poco donde guarda todas copas y vasos de whisky, esos que eran de mi abuelo el año 1500 y que trajo de un lugar que solo él se acuerda, más todo el alcohol que, se supone, no debemos tomar nosotros que le echamos Coca-Cola a todo. Pero saben que si dejan el ropero sin llave, yo lo saqueo, y siempre lo dejan sin llave.
Luego sale el hielo de las cubetas, más las bolsas con las que llegan muchos. Lo más increíble, es que los invito y nadie llega con algo de copete: sólo bebidas, saben que el las botellas son auspiciadas por el 3PA: PaPáPa-ga.
Finalmente, se abre el ala derecha del ropero del año de la pera de donde salen las botellas. Bailan, cantan, se levantan las polleras de la señorita Anastasia Vodka mientras el señor William Whisky fanfarronea del aumento del precio de sus acciones. Ron baila la rumba al ritmo de los tambores y Juanito Pisco ya está tirado muerto de borracho sobre un sillón. Pietro Martini coquetea con Sofia Campari, a quien las copas se le subieron a la cabeza y le dio la pasada.
Y así, los invitados que más esperamos comienzan a conquistarnos a nosotros, y de a poco empezamos a comportarnos como ellos mandan. Nos enamoramos, recordamos las viejas conquistas y sobretodo, aquellos que nunca llegamos a conquistar. Algunos empiezan a caer dormidos sobre los sillones, otros se van, otros se pierden en los baños.
Después de muchas horas y vasos vacíos, quedo solo en mi casa otra vez, con el alcohol invadiendo mi sangre, y recordando que nadie está para abrazarme durante la noche y en la mañana llevarme el desayuno a la cama. Y finalmente trato de escribir al día siguiente las cosas que pasan cuando se abren las grandes puertas por donde pasan las botellas libres. Quedo medio huevón, y prometo que esa sí será mi última noche de borrachera. Pero estoy tan huevón que no les conte nada y este post es muy fome. Así que aquí termina... plop!

Monday, September 05, 2005

CL-W: Tom Welling (o consejos a Superman)


Quien no lo conozca, que sintonice Canal Warner de lunes a viernes a las 11:30 o a las 17:30 y que vea un capítulo de Smallville. Quizás algunos lo vieron en "Más barato por docena", donde hace el papel del hijo mayor de un familión digno de Lavín.
En Smallville, Tom Welling hace el papel de Clark Kent pero adolecente, o sea, Superman en su tierna edad de 18 en adelante y con sus super-hormonas revueltas. Y la verdad, no solo revueltas: Superman está super-caliente.
Smallville es un pueblucho campestre donde hay 100 personas y 1500 vacas, más algunas plantaciones, o sea, el pueblo no tiene nada excepto un super-macho-wachón con super-poderes. ¿Y qué pasa con un super-macho-wachón en un pueblucho en medio de la nada que además no tiene nada? Simple, el mijito rico es codiciado por todas las hembras-urgidas-necesitadas-de-pene del pueblito. Y cómo no... o sea, en Santiago tiene un gay-guapo-soltero-y-enamorado-de-él, y de verdad que Smallville queda muy lejos de esta ciudad, además que no debo ser el único.
En definitiva, tiene un harem de mujeres locas por él que pasan todos los días de su vida tratando que Clark las pesque y soñando día a día con ser sodomizadas en el establo de la familia Kent.
Bueno, con todo el respeto a las señoritas que puedan estar enamoradas de Clark, incluyendo a Luisa Lane y todo el resto de la población femenina de Smallville, pero... Clark Kent es gay.
O sea, por favor que alguien me explique como el guapo más guapo de los guapos de un poblado en el medio de la nada (y entre los guapos más guapos de los guapos del mundo), que tiene las hormonas más revueltas que nadie, y que además no tiene internet para poder autosatisfacer sus propios super-deseos, jamás ha tenido super-sexo con ninguna de las tipas del pueblucho. Está bien, muy super-hombre será, pero ¡su super-miembro necesita un super-resfregón! Necesita su super-placer semanal, mensual, anual, anal, que se yo, pero definitivamente tiene que necesitarlo como cualquier otro ser vivo del universo. Además ¿de qué nos sirve un super-hombre que trabaje de super-héroe si solo se dedica a salvar gente? O sea, i'm sorry, and all due respect Clark, pero de verdad que salvar personas en aprietos no es la única forma de hacer feliz a la gente. Sinceramente te agradecería que llegarás volando y me rescataras cuando el tren está a punto de pasarme por encima, pero eso no quita que después puedas llevarme a un bosque oscurito y super-abusar de mí... Perdona, pero es que ser super-héroe trae consigo obligaciones no solo para la gente al borde de la muerte, sino también con todos aquellos que estamos al borde de explotar. Además, piénsalo bien, es un bien doble: te lo agradecen y lo pasai genial. ¿Qué más queris?... te aseguro que todo Smallville y el mundo entero estaría super-feliz. Eso sí que es un super-héroe.

Avísame cuando leas este post, para tirarme del edificio de la Telefónica... ahí en la asotea igual es piola ;o)

Sunday, September 04, 2005

El hombre-niño que espero

Nicole - "Sigo buscándote"


Llevo un buen tiempo solo. Solo en el sentido de no tener un pololo estable que me llame a las 10 para decirme buenas noches o al que le pueda tomar la mano mientras maneja, más allá de encuentros fortuitos que prácticamente ya no se dan. Y la verdad es que durante este tiempo solo, he logrado dar con el prototipo de pololo que me gustaría. Ahórrense los comentarios de las idealizaciones y el nadie es perfecto por que me los sé de memoria, pero eso no quita que pueda soñar con el hombre que espero. Y él es más o menos así:

Es mayor que yo, tiene entre 23 y 25. Es alto, buen mozo y me quiere. Definitivamente tiene los ojos verdes.
Es amable, simpático, cariñoso y galán. Se sabe rico y coquetea constantemente a través de sonrisas y miradas cómplices.
Es un poquito celoso, le molesta que hable mucho con otro tipo guapo, y no le gusta que se me pasen las copas, aunque se entretiene cuando el alcohol me pasa la cuenta.
También tiene algo de loco. Podemos salir los dos solos a recorrer los bares de Santiago y terminar botados en un motel sin recuerdo de nada, todo entre 7 y 7.
Nos vamos juntos a la playa los fines de semana que se puede, caminamos descalzos por la arena y todas las mañanas despertamos juntos con vista al mar.
No hay secretos, no sabemos mentirnos el uno al otro.
En la cama es sutil, aunque sabe que es él quien tiene las riendas.
Cuando carreteamos con más gente somos absolutamente independientes, aunque no podamos sacarnos los ojos de encima y más de una vez durante la noche lo siga cuando entra al baño.
Le gustan los juegos, todos. Sabe jugar, sabe ganar y sabe perder. Es deportista.
Tiene mucha paciencia, y cuando se le acaba sabe que lo mejor de una relación es la reconciliación.
Es extrovertido, abierto y tiene muchísimos amigos. Es sociable y no tiene problemas en conocer cada día gente nueva.
Es entretenido, y sabe qué es entretenido en cada situación.
En público, es maduro. Le entretiene tanto hablar de fútbol como de política, fanfarronear de mujeres que nunca tuvo como de sueños e ilusiones. Nunca falta el respeto, pero apenas amenazan lo que es suyo no tiene problema en defenderlo, sabiendo que las manos son el último recurso.
En privado, es un niño. Enojón, taimado y pataletero. Juguetón, tierno y sincero. Sabe lo que me gusta y yo sé lo que le gusta a él.

Es un híbrido. Maduro, responsable y coqueto; pero libre, soñador y entretenido. Es una mezcla de dos mundos que han marcado mi vida, y que se reunen en un hombre al que amo. En un hombre que extraño. En el hombre-niño que espero.

Saturday, September 03, 2005

Queer eye for the gay guy

Chicago Soundtrack - "Roxie"


Hombres homosexuales del país: aprendamos a vernos bien.

No me considero en lo más mínimo un experto en moda, ni mucho menos pretendo quitarle el sitial a Juanito Yarur (aunque dudo que alguna vez pudiera), pero todos debemos manejar conceptos básicos del buen gusto y el buen vestir. Es cierto que es una huecura decir que ser gay va ligado directamente a ser lo más top y chic de la sociedad, pero cierto es que por lo menos debemos vernos bien, en el estilo que sea.
¿Qué recomiendo? Básicamente una mezcla de prendas antiguas, quizás algo roñosas, con otras nuevas, de preferencia de marca. Pero definamos, por que no da lo mismo que es lo roñoso y que es lo nuevo. Lo viejo: poleras, camisas de marca, pantalones y algunas chaquetas con notable estilo de los 70'-80', de preferencia, de marca. Lo nuevo: la mayoría de las chaquetas, poleras de piqué, camisas, chalecos, polerones, pantalones y zapatillas.

Lo viejo:
1) Poleras: Mucho se ven las poleras con publicidad antigua, algo al estilo "Verano Capel 92'", alguna cerveza o Coca-Cola. Entiéndase que cuando digo polera es una clásica T-shirt manga corta, las con manga larga a estas alturas son, con suerte, aceptables para la nieve. Una aclaración importante: cuando digo lo viejo, me refiero a algo que se note que es de (algunos) años atrás, pero que se mantenga decente. De preferencia, que no tenga muchos colores, y definitivamente que NO tenga el cuello y las mangas de diferente color/tonalidad. Los estampados desteñidos, los tiburones músculosos de Maui en notable deterioro o las poleras que perdieron su color original, se ven bien.
2) Camisas: Yo recomendaría no usarlas, avejentan y dan una imagen de pendejo agrandao. Además, combinadas con un chaleco y con cuello adentro, dan la notable imagen de un alcalde de la UDI. Ahora, si es una camisa con algún diseño algo más setentero (que no sea tampoco rimbombante, eso dejenselo a los payasos), de una marca conocida (no me refiero a Polo o Lacoste, hablo de Pierre Cardin, YSL, etc.), no debería haber mayor problema. Por favor, ¡¡¡desabotonada no más allá de los dos primeros botones!!! Los latinlovers pasaron de moda hace mucho rato y dan imagen de proxeneta mexicano.
3) Pantalones: Telas, básicamente jeans y cotelé (que sea fino, no un grotesco cotelón), aunque un buen pantalón de algodón que se mantenga y que tenga pinzas es bien visto. Si van a usar jeans, por favor que lo viejo sea por que efectivamente son viejos, o si se los van a comprar avejentados, que no se note que los destiñó o rajó una máquina de manera uniforme. ¡Por favor el tiro a una altura razonable! Los jijoperos y rhaperos desaparecieron debajo de los puentes. No hay referencia de marcas.
4) Chaquetas: Telas: todas, tratando de evitar lo más posible el cotelé, aunque no se niega que pueda verse bien en algunas circunstancias, y evitando también las chaquetas de jeans, especialmente si se les ve el chiporro (chiporro=1999=mal). Si de chaquetas viejas se trata, intenten con las de trajes antiguos que ya no usen y que estén en buen estado. Eviten el cuero, la cuerina, la gamuza, si van a usarla, asegurense usarla bien. Detalle importantísimo: las chaquetas tienen que verse con años encima, pero es inaceptable que tengan hoyos, estén rajadas o de frentón ya estén deformadas. Recuerden que las chaquetas deben resaltar la figura del hombre: espalda ancha y una leve cintura.

Lo nuevo:
1) Chaquetas: Aquí entra todo lo que antes evitamos. Una bonita chaqueta de jeans (sin chiporro) que no esté avejentada se puede ver muy bien. Eviten los elasticados abajo. Cuero, cuerina y gamuza, también, pero ojo con qué se lo ponen, el largo y que no sean muy brillantes. De cualquier manera, esos materiales son peligrosos para los sub-30, nos avejentan o nos pueden hacer parecer proxenetas o mafiosos (o definitivamente shulos)... recomiendo evitarlos. El cotelé es muy delicado en chaquetas, analicen caso a caso.
2) Poleras de piqué: No tienen mayor análisis, pero es importante, que si bien no sean de marca reconocida, que tengan alguna figurita en el lado izquierdo. De lo que sea. De cualquier forma, si encuentran alguna polera de piqué vieja y en buen estado, que mantenga un color uniforme, es aceptable. En todo caso, puede ser mejor evitarlas, pueden ser complicadas a la hora de buscar un chaleco y pueden avejentar. Recomendables sólo en casos de ocaciones especiales, que requieran un poco más de formalidad.
3) Camisas: Preferentemente evitables. Si van a comprar una camisa, NO LO HAGAN EN ZARA, no las compren arrugadas ni muy metrosexuales. Eso pasó de moda hace rato y la naturalidad nos hace ver mucho mejor. De preferencia, que sean de un color, sobrias y ojo con el estilo "alcalde UDI". Recuerden lo que les dije antes: avejentan; y desabotonadas MAXIMO hasta el segundo botón.
4) Chalecos y polerones: Busquen de colores únicos, uniformes y relativamente sobrios. Recuerden que no hay problema en combinar distintos colores, siempre y cuando combienen entre ellos (obvio) y ninguno resalte demasiado sobre el resto. Es importante tener claro que colores sobrios y colores vivos son absolutamente compatibles, además de ser absolutamente recomendables.
5) Pantalones: Evitar jeans. Los jeans nuevos, uniformes y recién sacados de la fábrica no son muy atractivos, aunque su uso puede ser analizado caso a caso y verse bien bajo algunas circunstancias. El resto de las telas es aceptado, y si van a comprar pantalones de algodón, que tengan pinzas.
6) Zapatillas: Clásica zapatilla urbana, evitando las modas que jamás pudieron imponerse. Que tenga cordones, lengüeta y preferentemente, más de un color.

Datos importantísimos: No usar mismas telas en pantalones y chaquetas. Si estan con jeans, ponganse una chaqueta de cuero, cotelé, gamuza... parecer gasfiter no es bueno. Los accesorios que sean de preferencia antiguos: el reloj digital de última moda se usaba el 95', prefieran un clásico análogo; los lentes de sol con formas futuristas déjenlos pa la nieve, y ¡por favor no vayan a bailar con ellos!. No se embetunen el pelo con gel, ni se levanten la chasquilla, ni se paren el pelo... Five fue un grupo de moda el año 98'. Eviten las boinas, y practicamente todo lo que se puedan poner en la cabeza; gorros de lana o un jockey son aceptables en contadas ocasiones. Comportense sexy (sean masculinos o no, se puede ser sexy de cualquiera de las dos formas), nunca demuestren mucho interés y siempre usen condón.

Eso amigos, ojalá lo lean y les sirva... lo hice con mucho cariño.


Vicho

Thursday, September 01, 2005

Gabriel y yo: Season Finale


Andrés de León y Sin Bandera - "Y llegaste tú"



Taquicardia... Lo miré. Me miraba entre sonriendo y algo asustado, de qué, no tengo idea, yo me consideraba bastante obvio. Miró mi boca y se acercó, y me dio mi primer beso. Fue un poco complicado el episodio, las primeras veces uno siempre es algo torpe y no fui la excepción, pero al rato me acostumbré a su ritmo. Nos quedamos abrazados, yo apoyado en su pecho, mirando el mar, llenándonos de besos y arena. No sé cuanto tiempo pasó, pero cerca de las 12 me invitó a almorzar. Comimos en un puestecito al lado del camino, riéndonos, haciéndonos cariño por debajo de la mesa, mirándonos y tratando de entender que era verdad. Gabriel me quería, y yo lo quería a él, nos acababamos de entender y estábamos juntos. Pagó, entró al baño y se me ocurrió seguirlo. Ahí volvimos a darnos unos cuantos besos y tomarnos de la mano. Volvimos a nuestro lugar secreto entre las rocas y conversamos de como había empezado, de como nos habíamos movido el piso desde la primera vez que nos vimos y le di las gracias por haberse atrevido, por que yo nunca podría haber dado el primer paso. También fuimos un poquito más inteligentes y nos dimos los celulares.
Después de mucho rato llamé a mi casa para avisar que iba a llegar tarde por que me iba a ir a la casa de un amigo a hacer un trabajo, mientras Gabriel me miraba con una sonrisa. Debo admitir que ese mismo día me enamoré de él, y creo que él también de mí.
Cerca de las 5 nos dimos cuenta que era hora de despertar y volver a la realidad. Volvimos al jeep y tomamos el rumbo a Santiago. Durante el caminos nos miramos, le tomé la mano sobre la palanca de cambio (la de verdad, la del jeep), le hice cariño en la pierna y en su exhuberante "pishanguera". Sentí que me quería, que por primera vez me querían.
Antes de llegar a Santiago, en medio de la carretera vacía, nos dimos el último beso. Me dejó cerca de mi casa, y en la noche, gastó más de 100 minutos de su celular hablando conmigo. Y por primera vez me dijo "te quiero", y por primera vez le dije "yo también te quiero".
Dormí y a la mañana siguiente un mensaje de texto enviado desde internet me decía buenos días. Entré al baño riéndome solo y me miré en el espejo. Los ojos me brillaban y al frente vi al Vicente más feliz del mundo.

PD: Volví :D